15 ago 2010
LA LANA, UN MALTRATO QUE NO VEMOS
La mayoría de la gente no sabe que las ovejas criadas para usar su lana son castradas y mutiladas sin anestesia ni analgésicos, para luego ser transportadas por barco en largas travesías, hasta que finalmente son matadas estando plenamente conscientes.Gran parte de la lana que se usa en tapetes y ropa viene de ovejas criadas en Australia y Nueva Zelanda, donde los granjeros las trasquilan sin ningún cuidado, rebanando en ocasiones pedazos de su carne.Australia produce el 30% de la lana usada en todo el mundo, explotando a más de 100 millones de ovejas.
Evidentemente, un trato humanitario que provea cuidados veterinarios a cada una de estas ovejas no es una prioridad para la industria. Las ovejas criadas en Australia son principalmente merinos, criados específicamente por su piel rugosa y gran cantidad de lana. Este exceso de lana causa a las ovejas muerte por deshidratación debido a que no están acostumbradas a climas calurosos. Entre los pliegues de su lanuda piel se depositan parásitos e insectos que ponen huevecillos y pueden devorar viva a la oveja. Para prevenir este ataque de pulgas e insectos, los granjeros australianos practican una cruel operación llamada "mulesing" que consiste en colocar a las ovejas boca arriba y atar sus patas entre barras de metal para –sin anestesia ni analgésicos– cortar trozos de carne del tamaño de un plato, alrededor de su cola. De esta manera las pulgas no se alojarán en la oveja, pues no les gusta la carne viva. Sin embargo, las heridas a veces se infectan y las pulgas atacan de cualquier manera. Semanas después de haber nacido a las ovejas se les perforan las orejas, se les corta la cola y a los machos se les castra sin anestesia, haciendo una incisión y extrayendo los testículos, o con una liga que les corta la circulación, siendo este es el método más doloroso.
Cuando declina la producción de lana y las ovejas no son útiles para la industria, son vendidas al matadero. Esto conlleva al cruel transporte de 6.5 millones de ovejas cada año, desde Australia hasta Medio Oriente y Norte de África. Cerca de 800.000 ovejas salen del Reino Unido y son matadas en el extranjero. Ovejas de Australia y Nueva Zelanda son matadas en el Medio Oriente después de haber padecido semanas o meses de travesía en barcos donde van hacinadas, tienen poca agua y comida y soportan climas extremos.
Mucha gente cree que trasquilar a las ovejas es bueno para ellas, pues de lo contrario tendrían demasiada lana. Pero sin intervención humana las ovejas producen la suficiente lana para protegerse de las temperaturas extremas, pues ésta les sirve para aislar tanto el frío como el calor. Las ovejas son trasquiladas cada primavera, justo antes de que se deshagan naturalmente de sus abrigos de lana. Para evitar que se pierda la lana, los granjeros las han de trasquilar antes de que haga calor, como consecuencia de esto muchas ovejas mueren de frío. A los granjeros se les paga por volumen, no por hora, lo que los obliga a trabajar rápido y sin atender el bienestar de las ovejas.(...)En Nueva Zelanda, las emisiones de metano provienen en su mayoría de las ovejas y constituyen más del 90% de las emisiones causantes del "efecto invernadero" en ese país.
Las heces fecales de las ovejas contaminan las aguas cercanas a las granjas. Un estudio realizado por el gobierno de Nueva Zelanda en dos granjas de ovejas, encontró contaminación fecal en el agua en niveles que "excedían los estándares sanitarios aprobados en 1994 y que serían adecuados para dar de beber al rebaño". El químico que se usa para evitar parásitos en las ovejas es nocivo para el medio ambiente. En 1995 hubo un derrame accidental –de tan solo una cucharada– del químico llamado pyrethroid cypermethrin, que mató a 1.200 peces del río donde fue vertido.
PETA
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Difundo en mi blog
Publicar un comentario