Los turistas en Mallorca son engañados por las compañías turísticas para que asistan a ver las corridas de toros en la isla, vendiéndoles un espectáculo en el que se "juega y danza" con un animal. Estos turistas salen llorando, trastornados de las plazas al presenciar la muerte del primer toro.
La tauromaquia en la isla sobrevive gracias al turismo y las subvenciones por parte de los ayuntamientos.
AnimaNaturalis que tenía previsto realizar dos turnos de mañana y tarde en el aeropuerto de Son San Joan para informar a todos los turistas que llegasen, no pudo realizar solo que el de la mañana, ya que Aena intentó por todos los medios impedirlo, ya que solo le daban permiso hacerlo en la terminal A, por donde no sale ningún turista, solo trabajadores de dicho aeropuerto.
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